Plegable eléctrica

FAQs

Para reparar una batería de bicicleta eléctrica se suele recurrir a empresas especializadas. Estas hacen la reparación manteniendo la carcasa y la circuitería de la batería, y reemplazan únicamente las células interiores dañadas o gastadas por otras de nuevas. De esta manera se evita tener que renovar todo el elemento. Es una solución más sostenible e igual de funcional que la sustitución completa de la batería.

La pendiente que puede encarar una bicicleta eléctrica depende directamente de la potencia del motor y del peso de la bicicleta. El motor más habitual tiene una potencia de 250W, que es la máxima admitida por la UE. Con este tipo de motor una bicicleta eléctrica puede llegar a subir cuestas de entre 15 y 20º.

Los modelos actuales de bicicleta eléctrica van equipadas en su inmensa mayoría con baterías extraíbles. Estas baterías van normalmente insertadas en el interior de los cuadros o de las tijas del sillín, y a veces también fijadas en el portaequipajes trasero o en el exterior de la barra vertical del cuadro. Para mayor seguridad algunos modelos incluyen sistemas de bloqueo con llave.

Las baterías se cargan mediante cargadores homologados suministrados por las propias marcas de las bicicletas en el momento de la compra. Se pueden cargar sin extraerlas de la bicicleta des de una toma situada en la batería, o bien se pueden extraer y cargar en cualquier lugar sin necesidad de tener la bicicleta al lado.

No hay una especificación que determine la duración de una batería en términos de tiempo ya que depende de la frecuencia de su uso. Las marcas sí que definen en cambio, de manera aproximada, el número de ciclos de carga completa admitida por una batería. Normalmente, y dependiendo de la calidad de cada marca, el número de ciclos de carga completa oscila entre los 600 y los 1000. Hay que subrayar en cualquier caso que a medida que se van produciendo cargas y descargas de batería va habiendo también una disminución lenta y gradual de su capacidad.

Dependiendo de la capacidad y también de la calidad de la batería el tiempo de carga puede ser más o menos prolongado. No es habitual que una carga completa baje de las 2,5h ni que exceda las 6h de tiempo de carga.

La bicicleta eléctrica es, por definición, un vehículo de pedaleo asistido electrónicamente (EPAC). Por lo tanto si no hay pedaleo por acción del ciclista no se estará circulando con una bicicleta eléctrica. Aunque muchos fabricantes suministran las bicicletas eléctricas con un mecanismo para acelerar el vehículo sin necesidad de pedalear, este sistema no está legalizado en la UE.

Hay dos tipos de bicicleta eléctrica, diferenciados por la manera en que el motor asiste al pedaleo. El tipo de sensor que regula de qué manera y a qué nivel el motor ayuda al pedaleo determina el funcionamiento de la bicicleta. La versión más simple de sensor es el sensor de velocidad, que detecta el movimiento del pedal accionado por el ciclista y activa el motor hasta que la bicicleta llega a la velocidad que previamente se le ha indicado a través de la consola de control. La segunda versión de sensor es más sofisticada y permite que las sensaciones de conducción y de manejo de la bicicleta eléctrica sean más parecidas a las de una bicicleta convencional. Es el sensor Torque o sensor de presión. Este sensor detecta la presión que el ciclista ejerce sobre el pedal y lo que hace es multiplicar esta fuerza para que el esfuerzo sea menor. Según el nivel de asistencia definido en el display de control el efecto multiplicador será mayor o menor.

Una bicicleta eléctrica sirve para lo mismo que una bicicleta convencional. Es decir, para desplazarse mediante el pedaleo. Lo destacable del hecho de ser eléctrica es que puede funcionar como una bicicleta convencional y también como una bicicleta de pedaleo asistido a través de un motor eléctrico. La ayuda de un motor multiplica las posibilidades de uso y también aumenta el número de potenciales usuarios. La edad y el estado de forma no son impedimentos a la hora de plantearse desplazamientos de distancias largas o que requieren un esfuerzo que sería disuasivo.

En la UE, las bicicletas eléctricas no pueden tener una ayuda del motor que les haga superar los 25 Km/h. El gestor electrónico debe desactivar necesariamente la acción del motor en el momento en que se llegue a esta velocidad.

La bicicleta eléctrica es sin duda una alternativa de transporte limpia, saludable, sostenible y altamente eficaz. A nivel de uso urbano destacaríamos que no genera humos contaminantes, no genera ruidos, y proporciona desplazamientos ágiles a la vez que permite al usuario hacer ejercicio, mantener el cuerpo en forma y la mente eliz. La bicicleta eléctrica requiere esfuerzos moderados y progresivos. No hay sobreesfuerzos desmesurados que a menudo causan lesiones o agotamiento.

A nivel de uso deportivo, ya sea en montaña o en carretera, la bicicleta eléctrica permite afrontar retos mayores en cuanto a pendientes, longitud de recorridos y admite un rango mayor de usuarios.

La ventaja más evidente de una bicicleta eléctrica es que permite recorrer distancias moderadas o largas con poco esfuerzo, sin cansarse y sin sudar. También permite afrontar retos y experiencias que uno no se plantearía si no contara con la ayuda de un motor eléctrico. Esto también permite agrupar en una misma actividad de ciclismo a personas con capacidades físicas y niveles distintos, cosa que sería difícil sin el motor de asistencia.

Las desventajas más significativas se resumen en dos. Una es el incremento de peso que implica la presencia del motor y de la batería, y el otro es el precio, que es claramente superior en el caso de las bicicletas eléctricas.

La autonomía de recorrido de las bicicletas eléctricas está directamente relacionada con el nivel de asistencia requerido, y el peso de la bicicleta y de quien la conduce.

Las marcas ofrecen datos estimados de autonomía en base a un uso de demanda moderada de asistencia, y los rangos van desde los 35-40km de los modelos con baterías con menor capacidad de carga hasta los 120 km, o incluso más, de los modelos de alta capacidad de carga.

Una bicicleta eléctrica y una de convencional tienen esencialmente los mismos componentes, y una mecánica también igual. Lo que las diferencia es la incorporación de un motor, una batería y los circuitos y elementos digitales de control en la bicicleta eléctrica. Estos elementos son los que harán posible la asistencia al pedaleo cuando el/la ciclista lo requiera.

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